Pero con los libros, no es fácil.
Con los libros sucede algo similar a cuando uno, conoce a alguien. De movida, no tenes un panorama completo de la persona, ni sabes cuales son sus gustos y formas, los vas descubriendo de a poco, tal y cual, como ocurre con los libros. Uno va descubriendo la historia de a poco y haciéndose amigo de la técnica descriptiva del autor. O sea, podes leerte un libro en 3 días con un curso de lectura veloz, pero como dice Woody Allen, "Leí Crimen y Castigo en una semana, pero solo recordaba que algo decía de Rusia".
Haruki Murakami, es uno de esos autores, que me sorprendieron de repente y sin darme cuenta.
El primer libro que leí de él, fué "El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas" .
El titulo me llamó la atención, pero mucho más me impacto la ilustración de tapa. Y casi como la misma es la historia que recorre sus páginas.
Una historia que son dos, historias paralelas. Atrapantes por igual y teñidas por realidades totalmente opuestas.
El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, posee un lirismo contenido y un sutil sentido del humor, que sumado a su transparencia explícita, describe de manera perfecta la desazón. Combina géneros como el cyberpunk, la novela negra y el relato fantástico. Sin dejar fuera de esa sumatoria, una especia de reflexión moral latente.
Una novela dinámica que hace pensar y es fácil de recomendar.
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